Sabemos que el Plan Nacional de Desarrollo es un instrumento que se crea a inicios de cada sexenio para establecer los programas bajo los cuales se regirá el desarrollo del paÃs. Pero pocos conocemos que para diseñarlo, se toma en cuenta la opinión de la ciudadanÃa. O quizá hablo de pocos porque yo apenas me enteré hace un par de semanas que existe una consulta ciudadana, algunos foros y mesas de diálogo, y que además esta consulta está establecida por la Constitución. Claro, como yo sé que la mayorÃa de ustedes leen la Constitución, no me debiera preocupar, pero por aquellos despistados o incrédulos, aquà les adjunto lo que nos viene diciendo nuestro querido ArtÃculo 26:
“A. El Estado organizará un sistema de planeación democrática del desarrollo nacional que imprima solidez, dinamismo, permanencia y equidad al crecimiento de la economÃa para la independencia y la democratización polÃtica, social y cultural de la Nación.
Los fines del proyecto nacional contenidos en esta Constitución determinarán los objetivos de la planeación. La planeación será democrática. Mediante la participación de los diversos sectores sociales recogerá las aspiraciones y demandas de la sociedad para incorporarlas al plan y los programas de desarrollo. Habrá un plan nacional de desarrollo al que se sujetarán obligatoriamente los programas de la Administración Pública Federal.
La ley facultará al Ejecutivo para que establezca los procedimientos de participación y consulta popular en el sistema nacional de planeación democrática, y los criterios para la formulación, instrumentación, control y evaluación del plan y los programas de desarrollo. Asimismo, determinará los órganos responsables del proceso de planeación y las bases para que el Ejecutivo Federal coordine mediante convenios con los gobiernos de las entidades federativas e induzca y concierte con los particulares las acciones a realizar para su elaboración y ejecuciónâ€.
¿Ya me creyeron? Es una obligación por parte de la Presidencia. Entonces, ¿por qué la mayorÃa no nos enteramos de ello? Pareciera que la consulta ciudadana se ha convertido en un mero requisito legitimador, para que nos digan que sà nos preguntaron lo que querÃamos y que nuestra opinión es tomada en cuenta, pero en realidad, pocos nos enteramos, y pocos participamos. Como un ejemplo, para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, se contó con la grandiosa participación de… 131,918 participantes, cifra muy corta si tomamos en cuenta que para esas elecciones, 41’791,322 personas salimos a votar.
Pues bien, esperamos que en este sexenio la cosa sea un poquito diferente. O por lo menos eso fue lo que nos prometió Peña Nieto, que su gobierno iba a ser plural y súper incluyente. Por lo pronto, el pasado 28 de febrero, se abrió la consulta virtual para participar en el diseño del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, la cual estará disponible a través del sitio www.pnd.gob.mx a partir de ese dÃa y hasta el 16 de abril.
Oiga, ¿y si no tengo internet, como es el caso del 74% de los hogares en México? No se preocupen, también se llevarán a cabo diversos Foros nacionales y estatales, asà como mesas de trabajo, y se abrieron ventanillas en diversas oficinas regionales de la SEDESOL para depositar la consulta en vivo y en directo.
Por supuesto que ya entrada en el tema, iba a responder la famosa consulta virtual. Asà que accedà a www.pnd.gob.mx y vi de qué se trataba la cosa. Se trata de una encuesta de 5 minutos, dividida en las categorÃas de seguridad, crecimiento económico, desarrollo social, educación y relaciones internacionales, y tú decides si participas en una sola categorÃa o en todas.
En resumidas cuentas, en cuanto a la categorÃa de seguridad, se exploran los temas prioritarios, las medidas para reducir la violencia, asà como el principal problema de justicia. En la categorÃa de crecimiento económico, se observan los temas del empleo, la capacidad de PEMEX para asociarse con el sector privado, la reactivación del campo mexicano y los problemas ambientales. En lo que toca a desarrollo social, se habla del Programa Oportunidades, las acciones de mayor beneficio para el desarrollo social, las polÃticas de equidad de género, los derechos de los pueblos indÃgenas, de las personas con discapacidad y de los migrantes. En cuanto a educación, se exploran formas de mejorarlas, asà como las vÃas para convertirse en una potencia cultural. Por último, en lo que respecta a las relaciones internacionales, se cuestiona sobre la percepción de la posición de México en el mundo, las principales alianzas internacionales que debieran realizarse, asà como las causas mundiales en las que el gobierno debiera participar.
Al momento de tu participación, tienes que elegir entre una serie de opciones, que para mi gusto, no siempre encajan con las necesidades de fondo del paÃs. Una que otra pregunta tiene opción para que escribas tus comentarios, limitados a 240 caracteres. Algo interesante es que una vez que terminas de contestar tu encuesta, puedes acceder a los resultados preliminares, y la página te despliega un montón de gráficas y dibujitos de lo más monos, en donde se reflejan las prioridades de la ciudadanÃa que hasta el momento ha contestado.
Como mencioné anteriormente, la consulta se cerrará el 16 de abril, y hasta el dÃa de hoy, jueves 4 de abril de 2013 a las 16 horas con 24 minutos que revisé la página, se han recibido un total de 99,817 personas. Falta contabilizar las personas que han participado en los foros, mesas de trabajos, y a los que han depositado su consulta en las ventanillas. Posiblemente, se supere la cifra alcanzada en el sexenio pasado, pero eso no significa que se esté obteniendo una participación real. Además, el diálogo y la consulta ciudadana debiera de convertirse en un mecanismo permanente, no de la manera tan acotada en que se realiza actualmente.
De cualquier forma, los invito a que participen en la consulta, que aunque cerrada y limitada, es importante para que se escuche (aunque sea muy bajito) la opinión de la ciudadanÃa, de este modo le hacemos sentir al gobierno que queremos ser tomados en cuenta y aprovechamos los espacios que nos dan, pero también estamos en condiciones de exigir un mayor diálogo.