La figura del Piojo Herrera está más deteriorada que nada. Escándalos en la selección, acusaciones de corrupción, vocero oficial de gobiernos verdes han hecho que su imagen esté por los suelos. Sin embargo lo que ha pasado en los últimos meses no dista mucho de lo que sucedió durante el mundial o todo el año pasado. Haciendo un análisis claro, sin fanatismos y con la cabeza fría, nos damos cuenta que el Piojo realmente NO hizo absolutamente nada fuera de lo normal, lo común o lo que sus antecesores lograron, veamos por qué:
- Calificó al mundial jugando contra Nueva Zelanda, una selección que pudo haber sido derrotada por el equipo llanero de la cuadra. ¿Esta “hazaña” realmente significó algo fuera de la común?
- Hizo un mundial regular. Empató contra Brasil en su casa; pero siendo honestos, la verdeamarela se presentó con una de las peores selecciones de su historia. La prueba está que Alemania le metió una paliza con la mano en cintura. ¿Realmente creyeron que México tenía nivel después de ese empate?
- Se llegó al eterno cuarto juego, pero se fracasó en su máxima (mediocre) aspiración de jugar un quinto. Sí, Holanda ganó por un penal que le sigue doliendo a la afición nacional, pero siendo honestos, la Naranja Mecánica tiene mucho mejor nivel que la selección y fue en cuestión de minutos que empataron. Cuando quisieron jugaron y ganaron. Si se hubieran ido a tiempos extras el resultado hubiera sido exactamente el mismo. El Piojo hizo lo mismo que los anteriores entrenadores de la selección. Nada fuera de lo normal.
- Se “armó” una selección B para jugar la Copa América. Tanto el piojo como los aficionados realmente creyeron que México tiene tantos jugadores con excelente nivel como para armar DOS selecciones. El resultado fue claro, un rotundo fracaso. No calificó, regresó con la cola entre las patas. Nada extraordinario.
- Se ganó la Copa Oro, sí, jugando contra potencias como Guatemala, Panamá o Cuba. La CONCACAF es una de las zonas más pobres futbolísticamente hablando y ni aun así se dominó. Dos partidos con serias dudas, un nivel tan pobre como es el acostumbrado por México y un torneo para el olvido. ¿Podemos sentirnos orgullosos de esto?
Hoy miles se dan cuenta que el piojo era una figura creada por los medios, que está más inflado que nada y que su capacidad está por los suelos. Televisa se encargó de hacerle creer a la afición que él sería el salvador, que se llegaría lejos, que por fin se conseguiría algo de calidad, pero la realidad es mucho más dura. El piojo es lo que es: un entrenador promedio mexicano, nada, absolutamente nada fuera de lo común. Lo que le queda a la afición mexicana es entender su realidad, México NUNCA ganará un mundial porque México no tiene nivel de competencia. Así de simple.