En varios estados del paÃs se celebrarán elecciones para renovar congresos y elegir gobernador. Sin embargo las campañas electorales han estado cargadas de amenazas, secuestros, levantones, intimidación, balaceras, asaltos y hasta asesinatos directamente hacia los candidatos. Lo que los polÃticos veÃan hace algunos años como algo lejano, hoy lo viven en carne propia, experimentan lo que la ciudadanÃa de a pie siente cotidianamente, comparten ahora sà el sentimiento de miedo que reina desde hace años entre la población. Los polÃticos que se sentÃan inmunes a la violencia, que se mostraban, en algunos casos, indiferentes hacia el sufrimiento del electorado, que sólo hablaban de cifras sin experimentar realmente lo que sucedÃa en las calles, hoy lo viven en carne propia.
No es ningún secreto que muchos polÃticos tienen nexos directos con el narco, polÃticos de TODOS los partidos tejen y destejen favoreciendo a sus “socios” que se dedican a delinquir; solapan la corrupción al por mayor y son parte directa de ella; hacen negocios con los grupos de narcotraficantes para enriquecerse, para financiar campañas, para ganar elecciones; se asocian con el mejor postor a cambio de millones de pesos; hoy ese monstruo que crearon se les ha salido de las manos y no saben cómo detenerlo. Los grupos del crimen organizado los tienen amenazados, controlan las campañas, secuestran, levantan y asesinan candidatos; intimidan al electorado para favorecer a un partido; hoy ese monstruo se les ha salido de las manos y siguen sin saber cómo detenerlo.
El PAN denuncia al PRI de comprar votos, de ser financiados por grupos de narcotraficantes; el PRI denuncia al PAN de comprar votos y de ser financiados por narcotraficantes; el PRD acusa a ambos de ser financiados por el narcotráfico; finalmente todos se acusan de lo mismo, todos tienen pruebas de lo mismo y todos parecen estar metidos en el mismo lÃo que ellos mismos denuncia. Los tres partidos están hasta el cuello de lodo, todo provocado por ellos. Se utilizó durante años a muchos de estos grupos para el acarreo del electorado, para amedrentar electorado, para comprar votos, simplemente, para ganar un puesto polÃtico que les dará mayor presupuesto y un mejor nivel de vida al vencedor. Esos grupos de los que echaron mano hoy se sienten en la libertad total de hacer lo que quieran, con el beneplácito de las mismas autoridades solapadas por los partidos. Hoy ese monstruo se les salió de las manos.
Algunos polÃticos han declarado que estas serán las elecciones más violentas de la historia, y en muchos casos tienen razón. Nunca antes habÃamos tenido tantas amenazas juntas; nunca antes habÃamos tenido tantas balaceras a las casas de los candidatos juntas; nunca antes habÃamos tenido tantos candidatos secuestrados juntos. Los grupos delictivos operan a sus anchas porque asà lo eligieron los partidos polÃticos. El PRI lo permitió, el PAN lo solapó, el PRD lo avaló. Todos cómplices de lo que hoy denuncian. Todos “socios” de lo que hoy temen. Todos, asà de simple, culpables de ser vÃctimas directas del crimen organizado.
Y sÃ, las elecciones estatales están en puerta, hay municipios donde será muy difÃcil salir a votar; otros tantos presentarán acarreo masivo y compra de votos; unos más sufrirán violencia; y finalmente, los tres partidos se acusarán de lo mismo entre ellos pues ellos son los responsables directo de la debacle nacional. La única diferencia es que, hoy por lo menos, sufren en carne viva lo que por años negaron, se rehusaron a aceptar y veÃan como algo lejano, ajeno a ellos.