Hasta el 16 de junio
Lugar: Museo de Arte Moderno

La presente es una exposición de silencios, ausencias y miradas ante el espejo que se funden en una multiplicidad de sombras y devuelven un rostro vacÃo, detenido, inmóvil, mimético, donde el eco es el reflejo permitido que nos invita a enfrentarnos a una realidad Ãntima, construida sin grandes relatos.
La exhibición está hecha de resquicios por donde fluye y se fuga la mirada, donde el desdoblamiento de varias subjetividades de manera simultánea, nos permitirá establecer un juego de espejos entre pintura, fotografÃa, escultura y dibujo. La exposición invita al paso lento, a la mirada reflexiva que no se da de manera inmediata y busca para encontrar, tal vez la espera, tal vez la ausencia de un paisaje subjetivo que nos permita a aproximarnos a una realidad cercana; por lo tanto, se pone en tensión el pasado con el presente, donde lo semejante y lo diverso se acercan se oponen y se enfrentan; detrás de las palabras se esconde una exploración introspectiva y una realidad que se desvanece para mostrarnos un universo Ãntimo.
La exposición está conformada por polaridades: fuego y silencio, mirada y ausencia, otredad y vacÃo, reflejo y desintegración, que buscan introducir el tiempo narrativo mediante un juego de paralelismos, para mantener una relación de subjetividades fÃsicas, lo visto y lo nombrado fuera de tiempo. Asà en general dos cosas/dos ideas referidas en el mismo lugar como en el trabajo del sueño, hace aparecer en la conciencia una tercera cosa: el lenguaje metafórico.
La metáfora es el lenguaje flexible, dúctil, que extiende en conceptos las palabras que no se pueden nombrar y llega, donde éstas no pueden, porque el alfabeto se ha quedado corto. La metáfora sacude al pensamiento y por ello el lenguaje puede liberarse de los lÃmites de un vocabulario estrecho. En ese sentido pretende ser un gran espejo, un cuarto en blanco, una pantalla donde cada uno va a ver reflejado su rostro y memoria histórica, nuestros olvidos y aciertos, nuestras cercanÃas y distancias, nuestro rostro desdibujado o resuelto por el reflejo del tiempo.
La memoria es sustituida por el afecto, la afectación como shock, donde lo instantáneo como imagen relampagueante, estroboscópica es lo que tenemos como realidad histórica. Activar lo efÃmero de nuestra memoria mediante la afectividad de la imagen, cómo abstracción de la realidad, es el énfasis que busca la exposición para destruir y fragmentar sus discursos para después realizar una reconstrucción mediante la unión de todos los elementos y la toma de conciencia que active el cuestionamiento y la duda.
Miguel Ãngel Rosas
CuradurÃa MAM
Hoja de sala (pdf)Créditos:CuradurÃa: Miguel Ãngel Rosas Asistencia curatorial: Aysleth Corona Diseño museográfico: Rodrigo Luna / Anaid Aguilar Diseño gráfico: Kitula Hernández |
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Fuente:Â http://www.mam.org.mx/exposiciones/actuales/485-esenciales