El idiota del pueblo: SEGOB y algunos gobiernos estatales

Después de los desastres naturales ocurridos sobretodo en Guerrero, la flamante y siempre atenta Secretaría de Gobernación como que comienza a decir que la culpa no fue de ellos, Osorio Chong quiere lavarse las manos diciendo que ellos les avisaron a tiempo a los Estados y que por huevones ellos no hicieron nada. Pero resulta que Ángel Aguirre, ex pissita ahora perredista y mañana panista, dice que nunca les llegaron esas notificaciones también lavándose las manos para que no le echen más caca de la que ya tiene hasta el cuello. El señor Aguirre, experto en salir airoso de los desastres naturales que le tocan, pues no acepta que por andar de borracho dando el grito del 15 de septiembre le valió madres la lluvia y cómo se inundaban los pueblos, la bahía, los hoteles y todo lo que a Guerrero corresponde. Eso sí, luego luego salió como niño regañado a decir que él no era culpable, que la culpa la tiene otro, que él es víctima y todas esas mariconadas a los que nos tienen acostumbrados.

Por su lado el secretario de gobernación, Chong, también está buscando escaparse de la justicia histórica social y ya empieza a sacar los papeles que según él, sí mandaron a los Estados advirtiendo sobre lo que podría ocurrir. Pero como siempre, ni SEGOB ni los gobernadores tienen la culpa de lo que la ciudadanía padece. Por supuesto que ya empezaron a declarar que el otro no me dijo, que sí le dije, que no me hizo caso, que no me llegó el mensaje, que si todos van y chingan a su madre. La culpa es por igual, SEGOB y gobiernos de los Estados, y en lugar de estar rasgándose las vestiduras cual chachas como siempre lo hacen, deberían de estar viendo por los damnificados y la ayuda que nomás no llega. En lugar de estarse tomando la foto y estar saliendo en noticieros dando entrevistas chaquetas quesque mojándose, con cara de angustia, con el agua hasta el pecho (literal), según ellos bien consternados, deberían de dejar de hacerse pendejos y verdaderamente ponerse a trabajar, solucionar lo urgente y llevar los víveres a las comunidades que más lo necesitan. La neta, esa imagen nefasta del pobre gobernador mojándose hasta el pecho sólo viene a demostrar la demagogia nefasta que estos güeyes siguen utilizando y que nomás no convencen ya a nadie. ¿Alguien le creyó que está sufriendo igual que las víctimas después de esa entrevista con Televisa?

Por obvias razones la mierda empieza a salir a flote. Corrupción en las carreteras, en las construcciones, en permisos, en cientos de lugares y formas de construcción que llevaron a miles de familias a estar en la situación en la que se encuentran. Los responsables también se lavan las manos y no pasará de una módica multa (si es que se las aplican) y un pequeño regaño, mientras que los poblados siguen incomunicados y lo mejor de todo, los políticos lucrando con la necesidad, repartiendo despensas con los logotipos del partido y esas vulgaridades que ya ni nombre y mucho menos madre tienen.

La Secretaría de Salud ya también salió al quite a decir que no hay brotes de epidemias ni enfermedades. Sin embargo lo que vemos en fotos dista mucho de la teoría. Pero como todo en este país, así por decreto, ya se dijo que todo está controlado, porque una firma puede más que la realidad. ¡No mamen!

Sumándose a esta tragedia, pues resulta que el gobierno del Estado de México encabezado por el chapitas Eruviel Ávila se presto para hacer alharaca de su “ayuda” con la dama de sociedad Laura Bozzo pagando a Televisa los favores concedidos. Cuando Aristegui sacó a relucir el caso, pues como que ya no le gustó al gobierno del EdoMex y llevan más de una semana planeando qué decir para no cagarla. El punto es que digan lo que digan no hay justificación para lo que hicieron, y como no han querido dar entrevistas, pues deja muchas más dudas.

En fin, el idiota del pueblo de esta semana se lo reparten gobernadores por igual junto a la SEGOB por valerles madres los damnificados en su lucha por lavarse las manos, por tratar de quedar bien con quien sabe quien, por lucrar vilmente con la necesidad y por hacerse pendejos y no actuar como ni cuando se debía.

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