Una vez más el titular de la PGR y Peña Nieto se ganan el premio a lo más patético de la semana por sus acciones claras y contundentes sobre lo ocurrido en Ayotzinapa… empecemos.
El primero: Murillo Karam, en la conferencia de prensa que ofreció el viernes sólo vino a esclarecer lo que millones sospechamos desde el principio: los estudiantes están muertos. Sin embargo, el problema fue que este güey declaró que eran ellos pero no eran ellos, que un gran fuego enorme podrÃa haber quemado los cuerpos pero que no estaba seguro. En una serie de contradicciones, el (des)procurador de (in)justicia decÃa que sà y luego que no, que eran ellos pero que los seguirÃan buscando. En otras palabras, no tenemos puta idea de que más decir.
Las grandes y lógicas explicaciones que dio sólo rebuscaron más las hipótesis sobre lo sucedido. Sus datos poco creÃbles caen en lo absurdo. La explicación a los padres y la sociedad en general no convencen y finalmente, su última declaración, “Ya me cansé” viene a demostrar que el estado mexicano está rebasado en todos los sentidos, que no se tiene la capacidad suficiente para enfrentar estos problemas y que las instituciones gubernamentales carecen de idea, voluntad y profesionalismo para solucionar lo que ya deberÃa estar solucionado.
Según su explicación, ni los dientes sobrevivieron a ese gran fuego infernal que se puede generar con disel, gasolina, llantas y madera. Que los crematorios están en pañales comparados con la tecnologÃa del narco para quemar cuerpos. Que el fuego alcanzó miles de grados centÃgrados durante horas volviendo cenizas todo a su lado. Si tocas los dientes se deshacen pues es carbón puro. Lo que no le dijeron a este güey es que sus explicaciones iban a ser analizadas por medio mundo, y que más pronto que tarde sus argumentos chaquetos se vendrÃan abajo… como ha venido sucediendo, pues ni el fuego pudo haber alcanzado los grados que este güey dice ni los dientes se queman tan fácil. O sea, puras pendejadas sin sustento.
El segundo: ante esta ola de violencia y problemas nacionales, el estadista que el paÃs necesita, el genio polÃtico, el lector voraz, Peña Nieto, se largó del paÃs quesque para hacer quedar bien a México en China y Australia, para crear lazos de amistad con esos paÃses, para buscar inversión extranjera y todas esas mariconerÃas que dicen cuando quieren salir de viaje. Que salga del paÃs por cuestiones de trabajo es bueno, pero que lo haga justo en este momento cuando no se ha resuelto nada es además de poco serio, indignante.
Si a esto le sumamos el escándalo de su casita de 7 millones de dólares, pues resulta que Peña Nieto carece de sentido común, de inteligencia polÃtica, que su entrenamiento en medios y cómo quedar bien en las portadas de revista valen madres porque lo único que logra es seguir perdiendo credibilidad. Y si a esto le sumamos además las declaraciones de su hijastra SofÃa Castro donde dice que no le pregunten por Ayotzinapa, ella sólo viene a empedarse, pues la imagen del primerÃsimo mandatario está más que por los suelos.
En fin, el idiota del pueblo lo ganan con creces estos dos entes quienes con base en su esfuerzo y dedicación han conseguido unir a México en una sola voz. Lo que nos queda preguntar es si tendrán la voluntad real de resolver esto y cómo lo van a hacer, además de cuanto tiempo más necesitan para esclarecer lo sucedido. Necesitamos a más polÃticos metidos en las cárceles, y no me refiero a mandos medios, sino a las cabezas, llámense gobernadores, secretarios de estado y senadores, de lo contrario cualquier cosa que digan será una burla.
Como apunte final. Supongamos que la primerÃsima dama realmente haya ganado ese dinero con el sudor de sus nalgas frente, ¿de dónde sacó el resto para comprar su casa en Miami, su ropa, sus lujos, cómo mantiene esas propiedades? Porque la neta se requiere más de 7 millones de dólares para vivir como ellos viven, y los sueldos que dicen que ganan no les da para eso.