Durante semanas hemos cuestionado aquà a los grandes polÃticos que con sus acciones, declaraciones, actitudes y un sin fin de cosas brillan por su elocuencia, pulcritud, decoro, pero sobre todo, por su inteligencia.
Esta semana tenemos una joya, si, más grande que las declaraciones pendejas de Vicente Fox diciendo que se volverÃa comercializador de la mota si ésta fuera legal. SÃ, más grande que la “senadora” esa que ahuevo querÃa subirse al avión. Es más, más grande que el niño verde tratando de cagar solito.
Esta semana en lo más patético de la cultura polÃtica se lo lleva con creces, con standing ovation, o sea, de pie, la presidenta municipal de Monterrey, Margarita Arellanes. Y en lo que va del año, desde que iniciamos esta sección, no habÃamos tenido tanto privilegio de tener a un personaje asà de grande, de inteligente como esta polÃtica, cuyas declaraciones están compitiendo por lo mejor del año. Asà de importante y grande es su contribución a esta sección.
Como toda una predicadora, de grandes palabras, capaz de transformar vidas, salvadora de los pecadores y castigadora de quienes se salen del corral, la presidenta municipal sintió que Dios le hablaba, que se comunicaba con ella, elevaba la vista al cielo y sentÃa el dedo de Dios, como Maradona, guiándola entre la multitud. La señora predicadora, la aspirante a cura, tal vez cardenal (cardenala) hacÃa reverencia y citaba partes de la Biblia (que seguramente es uno de los tres libros que han marcado su vida) y se pronunciaba tan sagazmente sobre la ley de Dios que más de uno seguro derramó una lágrima. SÃ, la presidenta municipal entregó las llaves de la ciudad nada más y nada menos que a Cristo Salvador y declaró que la única ley es la de Dios. ¡Hay guey!. Asà como se escucha, asà lo dijo. Resulta que el estado laico poco a poco empieza a sucumbir ante el embate de predicapolÃticos quienes ante la más mÃnima oportunidad, hacen declaraciones en nombre de Dios para ver si asà se salvan.
El problema no es si practica una religión o no, sino que lo hizo en un acto público, aunque luego intentó alivianar el pedo, diciendo que no la hicieran tanto de tos, pidiendo respeto y tolerancia, que lo hizo a tÃtulo personal, o sea que no mamen y ya superen este cuento, pues si no lo hacen, Dios, quien es ya residente distinguido de Monterrey, se las va a dejar caer y de esa nadie se salva.
Yo me pregunto si Dios está enterado de esto, si sabe que le entregaron las llaves de tan notable ciudad de manos de la distinguida presidenta municipal; no del presidente de la república, no del negro Obama, ni siquiera del Papa mismo, sino de manos de la distinguida presidenta municipal, ¡que pinche honor carajo! Quien fuera Dios para estrechar esas manos tan sabias y elocuentes.
En fin, el idiototota del pueblo, o la idiota del pueblo (pa no herir a una que otra feminista), de lo que va del año, se lo lleva Margarita Arellanes cuyas declaraciones han puesto el nombre de México muy en alto, estamos a un paso de ser potencia mundial. Gracias Margarita por confiarle a Dios nuestro destino. Amen.
Como apunte final, si a tÃtulo personal se trata, vamos a EXIGIR que las llaves de la colonia se las den a Buda, ese gordito simpático que nos cae bien, al fin y al cabo hay que respetar a todas las religiones no?