Según Nicolás Maduro, hoy famoso por sustituir a Hugo Chávez, mencionó que el expresidente hoy occiso tuvo una fuerte influencia en Jesus para que escogieran a un Papa latinoamericano, en otras palabras, el padre del socialismo bolivariano se presentó en el cielo, conversó con Dios padre, se tomaron unas chelas y al calor de los alcoholes logró convencer al creador de que el mundo necesitaba alguien emergido del cono sur del continente americano. Para estas alturas suena ridÃculo, pero si analizamos un poco la personalidad del actual mandatario de Venezuela nos podemos dar cuenta de por qué tan pendejas declaraciones:
1.- tiene un muy fuerte cargo en un paÃs que no ha conocido otro presidente desde hace mucho tiempo, por lo tanto tiene que brillar a como dé lugar, aunque sea diciendo esta sarta de estupideces.
2.- Su mentor, Hugo Chávez, poseÃa una personalidad muy caracterÃstica, algo asà como un rockstar presidencial, a lo que por obvias razones Maduro le aprendió bastante bien eso de hablar por hablar, de llamar la atención y utilizar todos los medios disponibles para ser escuchado.
3.- ¿Quién no puede creer que Hugo Chávez esté en el cielo? Por supuesto que Nicolás Maduro está convencido de que el expresidente cena con Dios y seguramente le enseña algunas cosas, algo asà como cómo gobernar, cómo construir mundos. Por lo tanto no suena tan descabellado que en su lógica pacheca, Maduro esté seguro que como Chávez fue tan bueno en la tierra, ya tenÃa asegurado su huequito en el cielo.
y 4.- ¿Apoco no creen que Chávez tenga vara alta en el cielo, que pertenezca a los cÃrculos cercanos de Dios y hasta se haya vuelto su asesor personal? Por supuesto que Chávez es quien manda allá arriba, es quien de ahora en adelante impondrá la agenda y construirá acuerdos, para eso lo mandaron, o ¿por qué otra cosa serÃa?
Para muchos otros creyentes y no creyentes, estamos convencido que si existe un infierno, muchos de los polÃticos mundiales han de estar ahÃ; algunos porque no les quedó de otra y otros, como seguramente Chávez hizo, porque escogieron estar ahÃ, pura fiesta, sin recatos, sin presiones y pecando al por mayor. La lógica hubiera podido ser que Chávez habló con el Diablo para que el Papa fuera latinoamericano, esa explicación sà la creerÃamos, pues el beneficio que obtengamos de esta nueva elección será menos que beneficiosa para el continente. Por lo tanto, Dios no escuchó a Chávez y el diablo volvió a hacer de las suyas.