Black Sabbath y Megadeth retumban el Foro Sol

Sí, Ozzy Osbourne ya no se mueve, es más, nunca lo hizo; las canciones son las mismas desde hace más de 3 décadas; los riffs suenan igual que al principio, Iommi sigue tocando con la misma simpleza de toda la vida; pero ver a Black Sabbath en vivo es algo que no se compara con nada. Más de tres décadas juntas conmocionaron a los miles de espectadores quienes coreaban en todo momento las viejas canciones que marcaron época y abrieron en camino al heavy metal. Más de 60 mil aficionados gritaban eufóricos ante la salida inminente del príncipe de las tinieblas, frente al poderoso bajo de Geezer Butler, ante los riffs enajenante de  Tony Iommi y una batería excelsa de Tommy Clufetos quien los acompaña en la gira, demostrando porqué lo escogieron para estar en el mejor grupo del momento.

Megadeth dejó el escenario más que caliente, con tan solo 50 minutos logró prender al público más que suficiente y dejarlo listo para el platillo principal. 50 minutos de puro metal, de guitarras rápidas y líricas fuertes, un Dave Mustaine que se mostraba más alegre que en otras ocasiones dando cátedra de música. Las primeras notas de Hangar 18 abría el concierto de forma potente, rápida y prendida para dejar a una audiencia ensordecedora. Era el inicio de una de las mejores noches del año. La furia de Megadeth convivía de lleno con un público que no tenía preferidos, los dos grupos por igual. Como en sus mejores años, Dave Mustaine, acompañado de Dave Ellefson, Shawn Drover y Chris Broaderick mostraban porque son una de las Big Four del Trash y sin duda alguna la mejor en este momento.

Holly Wars cerraba el concierto de Megadeth para que los teloneros subieran al escenario. La espera no fue mucha, apenas 15 minutos después la voz de Ozzy se escuchaba en todo el Foro Sol para prender a una audiencia que pedía a gritos más metal. War Pigs abría el camino pesado, los primeros acordes anunciaban que sería un concierto emblemático. Si abrían con esta canción, ¿qué se podría esperar del resto? Into the Void continuaba el viaje metalero que miles esperaban desde hacía más de 10 años, cuando anunciaron una pequeña reunión. Under the Sun y Every Day Comes and Goes volvían a emocionar al público quien en ningún momento presentó signos de debilidad, al contrario, la fuerza incrementaba con cada pequeña nota que sonaba. Ozzy en todo momento compartió con el público, muy a su estilo.

Snowblind y esa alegoría a la cocaína se presentaban para hacernos recordar esos años de juventud donde nada importaba. Age of Reason y la insuperable Black Sabbath abrían el momento tétrico, ese estilo que los volvería famosos y que marcaría la leyenda que se escuchó esa noche.  Geezer Butler hacía un solo de bajo para dar pie a las primeras notas de N.I.B., una de las rolas más coreadas de la noche. Esa maestría nos hacía recordar porque es uno de los mejores bajistas del metal aun después de varios años haciendo lo mismo. Impresionante la forma de dominar las 5 cuerdas y hacer estremecer a toda una udiencia.

Children of the Grave anunciaba el inicio del fin; canción inigualable que inmediatamente identifica a una banda que ha sido padre de miles que hoy tocan. Los 4 miembros salían del escenario sólo para esperar la ovación y el regreso. Por supuesto que su presencia volvía a encender los ánimos esperando lo que miles pedían a gritos. Paranoid sonaba y la euforia se hacía total. Las tres primeras notas eran suficientes para encender a toda una audiencia, para enloquecer hasta el más apagado, para hacer vibrar a miles de fanáticos. La fuerza suficiente de una canción enloquecía a todos, el himno por excelencia del Heavy Metal sonaba como nunca; la emoción de ver a los miembros originales era algo que miles esperaban desde hacía muchos años y el sentimiento provocaba algo inigualable. Sí, Black Sabbath estaba junto tocando la canción que miles han copiado, covereado, tocado, homenajeado. Esa canción con la que muchos aprendieron a tocar guitarra se presentaba por fin frente a un escenario caliente, emocionado.

El concierto terminó poco antes de las 11, no sin antes tener a quienes inventaron un género frente a una audiencia que en ningún momento dejó de gritar. Una noche pesada concluía de la mejor forma posible.

Commentarios

commentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.