El 11 de mayo de 2012 Peña Nieto se presentó en la Ibero para platicar con los universitarios y plantearles sus propuestas en plenas campañas presidenciales. En 11 de mayo de 2012 Peña Nieto pensaba (¿pensaba?) que su candidatura iba viento en popa y que nada lo harÃa temblar. El 11 de mayo de 2012 Peña Nieto salÃa corriendo de una universidad privada en medio de gritos, rechiflas, un zapatazo, mentadas de madre y el repudio de muchos estudiantes. Ese mismo dÃa los inteligentes locutores de los medios le daban voz solamente a los priistas; algunos periódicos minimizaban el incidente y unos más declaraban abiertamente que nada, absolutamente nada habÃa pasado. Ferriz de Con incluso daba como noticia principal una balacera en el DF la cual nunca ocurrió tratando de tapar, a todas luces, lo que horas antes habÃa ocurrido en la Ibero.
Inteligentemente 131 de la misma Ibero alumnos subieron un video a Youtube haciendo uso de réplica, esa que los medios nunca les dieron, y demostraron que 1.- no eran infiltrados como muchos comunicadores señalaron. 2.- que sà eran estudiantes. 3.- que nadie los habÃa mandado ni entrenado. 4.- que eran libres pensadores capaces de discutir abiertamente. 5.- que los medios mentÃan descaradamente 6.- que Peña Nieto no tenÃa el apoyo que presumÃa. 7.- que Atenco sà se recordaba. 8.- que estaban cansados de las mentiras recurrentes de Televisa. Y 9.- que nunca más dejarÃan que los engañaran, que los manipularan y que estaban decididos a hacer público lo que habÃa ocurrido, pese a la censura en los medios que nunca quisieron mostrar realmente lo que pasó.
Lo que ocurrió después muchos lo saben: surgió el #YoSoy132 como apoyo de la sociedad a estos 131 alumnos de la Ibero, identificándose inmediatamente con los universitarios, declarándose cansados de la manipulación mediática, sumándose a las demandas y generando conciencia de lo que estaba pasando en el paÃs. El retorno del PRI parecÃa inevitable hasta ese dÃa, las encuestas manipuladas daban a Peña ganador por más de 20 puntos y parecÃa que nada harÃa que sus momios bajaran. Para su desgracia miles de jóvenes despertaron, o tal vez sólo esperaban el momento adecuado para salir a las calles y gritar lo que tuvieron callado durante mucho tiempo, provocando reacciones no sólo del equipo de Peña, sino de los mismos medios quienes ante la embestida surgida en las redes sociales tuvieron que bajar la cabeza y aceptar que algo se estaba gestando en las calles.
Se formaron asambleas universitarias, la participación polÃtica surgió de inmediato entre los jóvenes que hasta ese momento parecÃan apagados, se formalizaron puntos clave como la democratización de los medios, se hizo una marcha y posteriormente un bloqueo al monopolio informativo llamado Televisa y hasta se organizó un debate presidencial sin la presencia, por obvias razones, de Peña.
La actividad polÃtica se intensificó durante las siguientes semanas, se logró tener entrevistas en las principales cadenas de televisión, incluyendo Televisa y se puso en la agenda de medios al mismo movimiento. El hast tag #YoSoy132 duró dos semanas consecutivas generando información sobre lo que ocurrÃa, obligando a los medios a tomarlos en cuenta. Las marchas convocadas por el ITAM a Televisa San Ãngel y por la Ibero a Televisa Santa Fe tuvieron eco al punto que ya nadie hablaba de otra cosa que no fueran los universitarios.
Desgraciadamente los infiltrados mandados precisamente por el partido que se dice más democrático, el PRI, comenzaron a mermar el movimiento, a provocar divisiones y la ruptura en algunos puntos de las asambleas interuniversitarias. Surgió un nuevo grupo llamado “Generación MX†que a leguas era un intento desesperado del PRI por disolver el movimiento. El dÃa de las elecciones tuvieron una fuerte presencia y convocaron a estar al pendiente de los resultados; siguieron la elección desde el “cuarto de paz†con el objetivo de tener, por primera vez en la historia del paÃs, unas elecciones verdaderamente limpias. No se consiguió. El IFE y el mismo PRI dominaron y manipularon los resultados, provocando indignación ya no solo entre los universitarios, sino entre una parte importante de la población.
El 1 de diciembre, justo el dÃa de la toma de posesión, el movimiento parecÃa debilitado, diferentes grupos se disputaban las acciones y muchos estudiantes que en un principio habÃan participado activamente, simplemente ya no estaban. Las razones sólo ellos las sabrán. Las calles estaban tomadas por diferentes grupos, algunos ajenos al #YoSOy132 provocando disturbios y manifestándose de todas formas menos pacÃficamente. El movimiento se deslindó de esos actos, pero para los medios no era suficiente, necesitaban criminalizarlo y cualquier pretexto era más que suficiente. La democratización por la que se luchaba simplemente no llegaba, los medios volvÃan a ser los mismos de siempre con su amarillismo económico.
Pero a un año de ese incidente, de esa bomba que detonó todo, debemos preguntarnos cuál es el futuro del movimiento, si todavÃa existe como tal, si se lograron los objetivos y si fue un fracaso o no. El movimiento que despertó conciencia tal vez sigue ahà presente, tal vez sea la punta del iceberg de lo que viene, quizás sea el principio de algo que no hemos vislumbrado todavÃa. Lo que sà es cierto es que ese 11 de mayo de 2012 la historia reciente de México cambió para siempre, pues se demostró que ni las juventudes están apagadas, ni que los medios son tan todo poderosos como ellos creÃan. El primer movimiento estudiantil emergido de una universidad privada entraba en la era de la digitalización convocando por las redes sociales y surgiendo desde internet para provocar una turbulencia entre los poderosos.
A un año del acontecimiento debemos sentirnos orgullosos de tener juventudes pensantes, con ideologÃa propia, que no están ajenos a los problemas del paÃs, que son capaces de movilizar a las masas, que están presentes en los medios alternativos; pero sobre todo que los medios tradicionales comienzan a perder, tal vez a pasos muy lentos, esa hegemonÃa que presumieron durante muchas décadas. Gracias #YoSoy132 por hacernos creer que algo mejor sà es posible.