La historia seguramente muchos la dominan. CorrÃa el año de 1969, el fin de la década hippie, mágica, de grandes cambios musicales estaba por llegar a su fin y The Beatles se preparaba para sacar un nuevo álbum. Sin embargo las tensiones en la banda, los descontentos de Harrison y las adicciones de Lenon mostraban que la banda no era la de antes, que la magia estaba por esfumarse y que la ruptura serÃa inminente.
La banda que habÃa revolucionado la música, que se habÃa convertido “más grande que Dios”, que habÃa tocado todos los continentes, todos los corazones, se preparaba, sin saberlo en ese momento, para tocar su último concierto, el cual, además, se volverÃa emblemático, volverÃa a marcar época y serÃa a la postre un evento que miles de músicos hubieran deseado idear. El icónico “último concierto”, “el concierto en la azotea”, “The Beatles Rooftop Concert” serÃa una de las máximas expresiones de elocuencia y originalidad que el cuarteto de Liverpool harÃa. SÃ, una vez más marcaban época, se volvÃan noticia y su popularidad los volvÃa a elevar al cielo.
El 30 de enero la azotea de Apple Records fue el escenario perfecto para hacer historia, para quitarse las tensiones que desde hacÃa algunos años ya tenÃan, para volver a tocar y hacer música como en sus viejos tiempos. El pianista Billy Preston los acompañó en ese último viaje que solamente durarÃa 40 minutos por las quejas de algunos vecinos. De haber sabido que serÃa el último concierto tal vez 2 horas no hubieran sido suficientes.
Lo demás es historia. La policÃa subió al techo y canceló el concierto. The Beatles se separaron para hacer carreras como solistas. Nunca volvieron a tocar juntos. La banda se convirtió en leyenda y ese último “ensayo” se volvió uno de los más aclamados.
Dos de las canciones más emblemáticas de ese dÃa.